Ignacio del Castillo publica en su blog un desolador y trístemente acertado análisis sobre Nokia, el fracaso de Europa y el plan de Alierta.
El caso de la extinción de los dinosarurios de Nokia y su reciente acuerdo a la desesperada con Microsoft parece indicar que para sobrevivir ya no es suficiente con ser un segundón rápido.
Al menos César Alierta lo ha entendido y se anda desgañitando a decir que en Telefónica ya no pueden seguir explotando ideas de segunda mano como cuando innovar no importaba un carajo y que ahora o innovan más rápido o revientan. Aunque ya veremos si los reinos de taifas tratando de mantener su status quo y la sobrecarga gerencial le permiten a Telefónica que empresas como Apple y Amazon la pillen nuevamente con el paso cambiado.
Yo opino, no obstante, que se está exagerando al dar por sentado que Nokia está muerta. En 2008 también dijeron que Dell había perdido sus ventajas competitivas y ahí siguen, vendiendo unos portátiles que, a mi juicio, son claramente superiores a los de HP, Acer, Lenovo o Toshiba. Y con el océano azul de la línea de producto Alienware, que, después de un MacBook, es lo más geek y cool que puedes tener ahora mismo en laptop.
En una de sus memorias escrita antes de jubilarse Bill Gates contaba que él había vivido cada año de la historia de Microsoft como si fuese a ser el último ¡Pardiéz! Pero si en sus buenos tiempos Microsoft defenestraba a todos sus contendientes más rápido que Steven Seagal. Pero no por ello se sintieron menos amenazados: por IBM OS/2, por WordPerfect, por Lotus, por Netscape, por Real media, etc.
También se producen crisis en las grandes empresas. Es incuestionable que mientras los gringos y los chinos se movían en Nokia andaban inventando formas de matar las buenas ideas. Es igualmente cierto que gestionaron mal la liberación de Symbian y que la tendencia es a la baja ya desde 2007.
Ignacio del Castillo dice que los chinos están pasando de ser una fábrica low cost a ser proveedores de valor añadido a través de marcas con Huawei o ZTE. Yo creo que (todavía) veinte chinos no son equivalentes a un europeo. Pero si nosotros nos quedamos parados y ellos siguen avanzando nuestra ventaja no durará para siempre y así es como los fabricantes europeos Philips, Siemens, Alcatel, Nixdorf, Bull, Olivetti, etc. se han ido quedando paulatinamente rezagados del tren de la innovación.
El cartucho que aún puede disparar Nokia es que el mercado de la telefonía celular no son sólo los smartphones. Perder un nicho no implica perder un mercado entero. Y, aunque con márgenes comerciales por unidad mucho menores que los de Apple, Nokia sigue contando con productos que pueden seguir siendo líderes en países emergentes como Brasil con 195 millones de personas.
La moraleja final que yo extraigo es que: en tecnología importan sólo las expectativas y no los resultados reales (al menos mientras te quede caja). Si tienes una empresa líder pero se difunde el rumor de que estás en horas bajas entonces se pone inmediatamente en marcha una rapidísima cuenta atrás finalizada la cual el mercado decide que estás muerto independientemente del producto bueno o malo que tengas ni de cual sea tu base instalada.
Una opción de salida si no puedes innovar lo bastante rápido pero tienes dinero es comprar las innovaciones. Es lo que Oracle lleva años haciendo y quizá es lo que debería hacer Telefónica: crear un grupo de technology scouts y dedicarlos a comprar a toda prisa todo aquello que pueda crear una disrupción en el mercado antes de que les pille el toro.
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A día de hoy los verdaderos technology scouts no creo que quisieran trabajar para Telefónica.