Zack Urlocker enumera en TheOpenForce.com diez de pistas sobre cómo matar las buenas ideas. |
1. Exigir que sea perfecta
Si pretendes que todo sea perfecto desde el principio la idea nunca dará el pistoletazo de salida. Ninguna idea es perfecta pero asumir riesgos es mejor que no hacer nada. Si no estás cometiendo algunos errores entonces es que probablemente no estás asumiendo un nivel de riesgo suficiente. Este error es especialmente frecuente en los ingenieros, quienes a veces lo llaman «el mito de la mejor trampa de ratones» que consiste en la meme de que si se fabrica un producto perfecto la gente lo comprará espontáneamente.
2. Dirigir por consenso
Las ideas radicales nunca alcanzan el consenso. Para que todo el mundo esté de acuerdo hay que hacer demasiados sacrificios por los cuales la esencia de la idea se pierde en el proceso. Una decisión por consenso no es una solución óptima, sólo es la solucion media.
3. Ya lo probamos antes y no funcionó
Está bien aprender del pasado, pero también es sencillo volverse prisionero del mismo. La temporización importa, el mundo cambia, lo que no funcionó ayer podría ser un bombazo mañana.
4. Nadie ha tenido éxito haciéndolo antes
Que nadie lo haya hecho no implica necesariamente que no vaya a funcionar.
5. Ya estamos haciendo eso
Esta suele ser una forma encubierta de proteger el status quo actual de algunas personas, manteniendo la postura de que ya están haciendo algo como lo sugerido. Lawerence Lessig sostiene que no hay nada realmente nuevo en este mundo. Todas las ideas surgen por fusión y recombinación de otras anteriores. Los seres humanos destacamos sobre los animales por nuestra capacidad para imitar cosas y mejorarlas durante el proceso.
6. El problema con eso es…
Algunas personas disfrutan siendo el abogad del diablo tan amenudo, que deberían tener cuernos y un tridente. Piensan que defenestrar una idea es tan bueno como tenerla. Los abogados del diablo pueden ser útiles cuando se trata de comparar dos ideas, pero pueden ser un problema si empiezan a creerse los guardianes de la santa fe.
7. A nadie le va a gustar eso
Los hay que creen tener un conocimiento perfecto de lo que a la gente le va a gustar y lo que no. Amenudo generalizan y desacreditan a su interlocutor con frases como «todo el mundo sabe que…» Pero ¿cómo puede saber nadie lo que piensa todo el mundo?
8. Eso liquidará la compañía
Una forma excelente de obstruir el flujo de ideas es polarizar la discusión. Algunos gerentes incluso amenazan con que sus equipos dimitirán si se intenta poner en práctica una determinada idea.
9. Eso no forma parte de la cultura de la empresa
Tener una cultura empresarial fuerte es algo valioso, pero vivir atrapado en ella es un serio impedimiento a la innovación.
10. Eso es una estupidez
Algunas personas distinguen sólo dos clases de ideas: las que se les han ocurrido a ellos y las que son una estupidez.