A veces una compañía sale a bolsa cuando ha alcanzado su pico de expectativas y los inversores temen que su valoración ya sólo puede ir hacia abajo.
Yo creo que posiblemente ese sea el caso del reciente anuncio de salida a bolsa de LinkedIn.
No dudo que la cotización en bolsa de LinkedIn pueda subir al principio. A fin de cuentas el negocio de las empresas de base tecnológica va de vender expectativas, no de repartir dividendos, y LinkedIn ha estado vendiendo últimamente magníficas expectativas.
La pega que le he encontrado siempre a LinkedIn, y ellos mismos lo reconocen parte en los factores de riesgo de la documentación para la U.S. Securities & Exchange Comission, es que es como una red de fibra oscura. La gente se da de alta con facilidad, pero luego casi nunca vuelven a conectarse a menos que se queden en paro y estén buscando empleo.
En LinkedIn han intentado un poco de todo para dinamizar su red: añadir un muro a caballo entre Facebook y Twitter, poner widgets con ofertas de empleo y estadísticas personales, sugerirte a gente a quien deberías conocer… lo último un agregador social de noticias; y al final han acabado con un interfaz de usuarios sobrecargado que sirve para todo y no sirve para nada, excepto para mantener una agenda personal extendida donde está bastante gente, pero no todo el mundo, y que tiene la virtud de irse actualizando ella sola.
Y no es que LinkedIn sea la única red social a la que le sucede que sólo una mínima parte de los usuarios registrados generen tráfico. De hecho ese es el problema Nº1 de la mayoría de las redes sociales. En el nicho de redes profesionales la caída en desuso es lo que le ha sucedido a Xing. Y en las redes dating las estrellas son Tagged y Badoo porque tienen una política muy agresiva de mensajes «anzuelo» diseñados para que los usuarios «piquen» y hagan un micropago por impulso.
Actualizaciones:
Sobre la salida a bolsa y los números de LinkedIn (Enrique Dans)
¿Cómo utilizan realmente Linkedin los profesionales?
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