El jardín privado

Hoy le hablé por Skype a un emprendedor sobre EO. Le dije que en EO la gente habla de cosas “del 5%” y me preguntó ¿qué es el 5%?

El 5% es el porcentaje de cosas que no le cuentas a nadie. El literariamente famoso Dorian Gray (por favor, quien lo confunda con Christian Grey que se beba ahora mismo un vaso de cicuta) no podía mirar ese 5% de cosas ni en su autorretrato.

El 5% es nuestro jardín privado, y en las lindes de dicho jardín se encuentra la intimidad. Las plantas que crecen en el jardín privado pueden agruparse en cuatro especies: a) nuestro trabajo, b) nuestra comunidad, c) nuestra familia, d) nosotros mismos. En el centro del jardín está el amor (Freud pensaba que era el sexo, pero ya se sabe que no es así, el sexo sólo es una parte del amor).

En el fondo de nuestros corazones todos ansiamos invitar a alguien a nuestro jardín privado, pero existen demasiados sentimientos que, razonablemente, nos bloquean: el miedo, la culpa, la vergüenza, la ira, … Para más INRI, los progenitores, el cónyuge, los hijos y los compañeros de trabajo son personas poco indicadas para invitarlas al jardín privado debido a un conflicto de intereses. Esto nos deja bastante solos, especialmente a los emprendedores empezadores pues es bastante difícil encontrar a alguien que comprenda porqué hemos empezado algo.

La conexión con otras personas se establece a través del 5% y el otro 95% prácticamente no importa. Es por esto que algunos empleados se desgañitan intentando que su jefe les haga caso, algunos jefes no entienden por qué están casi todos los empleados tan descontentos en la empresa que mejor paga del sector, algunos maridos no comprenden la razón por la cual después de darle todo a la esposa ella parece permanentemente una gallina cabreada y algunas esposas no entienden qué le ha visto él a la pelandusca esa con la que se cita a hurtadillas.

Algunas zonas del jardín privado son tan recónditas que ni siquiera su propietario sabe que existen. Esto se conoce metodológicamente como la zona ciega, aquello de nosotros mismos que no podemos ver. A veces estas zonas ciegas están ocultas para nosotros mismos pero no para los demás, por eso tener un coach está tan de moda ahora. Aunque muchas zonas ciegas tampoco son visibles para los demás debido a que en el fondo hacemos todo lo posible por ocultarlas.

Existen técnicas para acceder al jardín privado de otra persona. Sobre unas cuantas ya he escrito y no voy a repetirme aquí. Quizá la única mala noticia es que si quieres que alguien te invite a su jardín privado primero vas a tener que invitarle tú al tuyo.

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