Hay un viejo dicho en política que es algo parecido a : «el legislador puede dictar las leyes que quiera siempre y cuando me deje a mi redactar y aplicar las regulaciones». A estas alturas tanto los fenómenos del Open Source Comercial y el Open Core como la distribución que Google está haciendo de Android ya han puesto claramente de relieve que es perfectamente posible liberar un software bajo licencia Open Source que, en la práctica, no es Open Source, debido a que se han creado tantas trabas a todo aquel uso que no interesa al fabricante que el licenciatario simplemente desiste de intentar ejercer las libertades que le otorga la licencia.
Andrew C Oliver proponía en el sitio web de OSI hace un par de meses el Test del Parche: si puedes fabricar un parche para el producto, enviarlo al fabricante y que este lo incluya dentro de la próxima distribución oficial entonces y sólo entonces el producto que tienes entre manos es realmente Open Source.