Ayer empecé a ver The Walking Dead uno de cuyos personajes interpreta Lennie James, el agente federal encubierto de Jericho otra serie post-apocalíptica. Walking Dead va de zombies, y, como todo el mundo sabe, para neutralizar a un zombie hay que dispararle en la cabeza porque si le disparas en el cuerpo no cae. En la ficción mitológica existen muchas criaturas que sólo se pueden matar de una determinada manera.
Hoy, revisando los contenidos de la conferencia NetWork 2010 de GigaOM, es fácil apreciar que el impacto de los smartphones, tablets, redes sociales, software como servicio y computación en la nube apenas está comenzando. Hay un centro gravitatorio importante alrededor del software colaborativo. La verdad es que el software colaborativo lleva en el ojo del huracán mucho tiempo. Temporada tras temprada, desde hace 10 años descubro una nueva start-up para organizar eventos vía web, y otra start-up para software de compatición de documentos, y últimamente otra de red social, además de las actualizaciones de zombies como SharePoint, y experimentos con la gaseosa tipo Google Wave. Pero seguimos apegados al viejo email.
A falta de un cambio de paradigma que convierta el correo electrónico en obsoleto, las empresas intentan crear pequeñas disrupciones mediante aplicaciones de nicho muy concretas. Véanse los ponentes de la NetWork2010: Marc Benioff (Salesforce.com), Dave Hersh (Jive), Maynard Webb (LiveOps), Tom Kelly (Moxie Software), Doug Solomon (IDEO), Zach Nelson (NetSuite), Aaron Levie (Box.net), Ross Mayfield (SocialText). Todos ellos empezaron con aplicaciones de nicho muy concretas lo cual es una forma característica de crear software en Silicon Valley, en lugar de tratar de fabricar una gran cantidad de munición se concentran en producir unas pocas balas de plata.
Agustín Cuenca repite amenudo que en el software menos es más refiriéndose a la filosofía de desarrollo de ASPGems. Y ciertamente esa es una de las claves de la simplicidad: saber qué quitar.
Quitar cosas de una aplicación no es fácil. Además, el mercado europeo es diferente del norteamericano y aquí no es tan útil fabricar balas de plata. Los norteamericanos tienen que fabricar aplicaciones muy concretas porque en su mercado local hay muchas start-ups y el desarrollo de software en el Área de la Bahía es carísimo. Por eso producen finas rodajas de funcionalidades estrella que luego integran y se compran unos a otros. En Europa, o al menos en España, puede ser más útil fabricar software para adjudicarse pliegos. Y los pliego suelen tener una gran cantidad de requerimientos. En la competición por el pliego el software con más funcionalidades lleva ventaja, lo cual es justo lo contrario del «menos es más». Así el software corporativo tiene tendencia a convertirse en una cacharrada que hace de todo pero de una manera bastante complicada, porque, por muy bien pensando y muy bien implementado que esté ese software resuelve un problema operativo que es inherentemente complejo.
¿Cual es una solución para equilibrar funcionalidad con facilidad?
Yo la denomino Core Wrapping (envolver el núcleo en papel de regalo). Consiste en diseñar un núcleo rico en funcionalides pero en lugar de poner sobre él una aplicación monolítica con n-mil opciones de menú, lo que se hace es montar por encima de la lógica de negocio micro-aplicaciones de propósito específico, o, en el caso de que sea preciso tener más de una aplicación nuclear comunicarlas entre ellas y con el interfaz de usuario mediante una arquitectura orientada a servicios (SOA).
Entonces ¿Cual es la fórmula para diseñar y vender un aplicación «Bala de Plata»?
- Encuentra un problema operativo diario y real
- Asegúrate de que está de moda este año resolver ese problema
- Averigua si los clientes estarían dispuestos a pagar por resolverlo
- Diseña una arquitectura técnica ambiciosa
- Empieza por el mínimo producto viable esto significa que haga sólo 4 cosas, pero 4 cosas muy bien hechas
- Asegúrate de que tu producto y la web de tu empresa molan y la gente piensa «¡W:OU!» cuando los ve por 1ª vez
- Genera una gran cantidad de buzz alrededor de la importancia estratégica del problema
- Haz relaciones públicas para hacer creer a los compradores que el que no tenga tu producto será el único tonto no invitado a la última fiesta
- Según ganes referencias haz crecer el producto añadiéndole más interfaces que le proporcionen nuevas funcionalidades pero sin empeorar la facilidad de uso del original