Microsoft ha perdido el foco. Hace ya un lustro que lo ha perdido. La empresa de Redmond mantiene su posición dominante gracias a su fabulosa vaca lechera de Windows+Office y a sus clientes cautivos lo mismo que IBM aguanta el tipo gracias a que todavía hoy el 50% de sus ingresos brutos proceden de los carísimos mainframes.
Woody Leonhard dice en InfoWorld que, para los que saben ni siquiera un poco acerca de lo que está pasando internamente en Microsoft, la renuncia de Ray Ozzie, el arquitecto jefe de software no ha sido ninguna sorpresa sino más bien algo largamente esperado.
Ozzie ha escrito un post en su blog hablando de su marcha titulado El Amanecer de un Nuevo Dia. La clásica nota de despedida hiperbólica y políticamente correcta que no dice absolutamente nada que no se supiera ya. Lejos queda aquel memorándum a su aterrizaje en Microsoft seis años atrás sobre La Disrupción de los Servicios de Internet que hablaba las oportunidades en la Burbuja 2.0 mezclando lo humano y lo divino sin concretar realmente nada.
Pero Microsoft no ha sabido aprovechar ninguna de esas oportunidades ni siquiera desde su posición dominante. Primero perdieron las conversaciones, luego sacaron Live sin pena ni gloria, mientras se les escapaba el tren de los móviles sacaron su buscador murciélago Bing, perdieron la iniciativa hasta en las aplicaciones en las que eran líderes absolutos como Internet Explorer y Messenger, y ni regalando Office 2010 Online consiguieron que los usuarios, que parecen inexplicablemente obstinados con los procesadores de texto de escritorio, lo empezasen a usar de forma masiva. Azure se ha quedado rezagado de Amazon sin que la táctica del hard discount parezca haber surtido efecto. Lo último ha sido el rebranding de Microsoft Office 365 un bundle fabricado para intentar calzarle al usuario los servicios online a remolque del Office de escritorio.
Quizá el reclutamiento de Ozzie como arquitecto jefe no fue el más apropiado. Y no porque no sea un hombre sobradamente capaz, sino porque a Microsoft le iba bien cuando actuaba como un rayo láser, fulminando a sus adversarios uno cada vez, y Ozzie es el creador de Lotus Notes, esa pedazo de suite que servía para todo y no servía para nada, gran parte de cuyo éxito se mantuvo gracias a la magnífica campaña de venta en grandes corporaciones que hizo IBM desde que lo compró en 1995. Ozzie es una persona de gran visión llegada en un momento en el cual Microsoft necesitaba volver a la estrategia que la puso en cabeza de la microinformática, la que está siguiendo Apple ahora, basada en concentrarse en un sólo producto cada año sucesivamente: iPod, iPhone, iPad, MacBook Air, etc. Mientras sigan disparando a gritos contra todo lo que se mueve en plan bravucón sólo les quedará seguir viviendo de los aún prodigiosos réditos de sus grandes productos de las décadas pasadas.
La marcha anunciada de Ray Ozzie de Microsoft
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