Distracción por anticipación

Matt Richtel publica en New York Times un interesante reportaje sobre la semana de Todd Braver y otros cinco neurocientíficos estudiando el cerebro en Utah.
Una reseña importante es que el sentimiento de anticipación distrae al cerebro y le merma recursos para mantenerse focalizado y ocuparse de tareas importantes. En realidad no me parece ninguna novedad. Todo el mundo ha experimentado que cuando esperamos que algo está a punto de suceder a duras penas podemos ocuparnos de otra cosa aunque no estemos haciendo realmente nada en ese momento.
Lo interesante a notar es que las nuevas tecnologías producen muchos estímulos distractorios de anticipación. A mi me costó dejar de revisar el inbox constantemente (ahora sólo lo reviso 3 ó 4 veces al día). También vivo mejor desde que uso el teléfono móvil como si fuera un fijo, apagándolo o silenciándolo cuando estoy ocupado con otra cosa. Supongo que el siguiente paso será dejar de tener el messenger abierto, se me carga al arrancar el PC, quizá la solución sea tan sencilla como quitarlo del menú de inicio.

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