¿Crean los masters a emprendedores hechizados?

Bambi Francisco publica en VatorNews un par de artículos sobre las opiniones de un panel de emprendedores acerca de si los masters embrujan a la gente para que emprenda (I y II) en el cual la opinión generalizada parece ser que si bien un master no hace falta para nada a la hora de ser emprendedor, tampoco está en absoluto mal tenerlo.
Mi opinión personal es que el problema de los masters respecto del emprendizaje es que sólo un porcentaje muy bajo de los profesores son emprendedores y, por consiguiente, difícilmente pueden dar buenas clases sobre cómo crear un negocio. Y las empresas son como la guerra: no vale con que te lo hayan contado, tienes que haber estado allí, o no tienes ni puta idea. Esto lo corroboran todos y cada uno de los emprendedores que conozco, y no mienten.
Los masters suelen ser impartidos por personas de reconocido prestigio: profesores profesionales a tiempo completo, directivos de grandes empresas a tiempo parcial, y autores freelance de libros que también imparten formación. El resultado es que las materias suelen estar orientadas a que te imagines que eres el directivo de una gran empresa con un cargo muy importante y mogollón de recursos humanos y materiales a tu cargo con los cuales llevarás a cabo una gran misión estratégica. E incluso cuando aparecen en el aula emprendedores consumados, yo he conocido a más de uno a quien le tocó la lotería (metafóricamente hablando) y va por la vida diciendo que le fue de cine porque él era más listo y sabía qué número tenía que comprar.
El problema es que, como ya he escrito con anterioridad, hay muchas cosas que no te contarán en un MBA. Difícilmente te dirán que puedes pasar dos de cada cinco dias laborables intentando cobrar, o respondiendo a requerimientos absurdos de la Hacienda Pública, o mediando en disputas fratricidas entre subordinados a quienes no puedes echar porque no tienes dinero para pagarles el despido, o demandando a un comercial que le ha vendido tu base de datos de clientes a tu mayor competidor, y podría seguir con otro centenar de ejemplos similares.
Otro factor del «hechizo» es el subidón que se produce mientras se realiza el trabajo de fin de master. Realmente sobre el papel parece todo tan fácil…
Yo recomiendo a cualquiera que crea que haya tenido una idea durante un trabajo de fin de master que se pegue un tiro, será más rápido y sufrirá menos. Los business plans gloriosos son una excelente cantera de emprendedores cantamañanas. Y, para montar un negocio, otra de las cosas que está bien, pero tampoco es imprescindible es un business plan de 100 páginas.
Lo que yo sí recomendaría a quien no tenga un master es contratar asesoría financiera, legal, comercial y de recursos humanos. Sobre todo si se busca capital riesgo, es importante que alguna documentación tenga una determinada forma y esté perfectamente planteada en el lenguaje estándar de los contables y los abogados. Y una contratación errónea puede ser letal en una start-up porque es posible que no haya una segunda oportunidad si se elige mal al candidato. Por ello, asegurarse de que se contrata a la persona correcta es crucial en una empresa de reciente creación.
Post relacionado: Los MBAs no son para empredendedores (Justo Hidalgo)

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