Ideas disruptivas

En el anterior post sobre el emprendedor cantamañanas comentaba el escaso peso que concedo a la idea dentro de la valoración general de una nueva propuesta de negocio, pero me gustaría entrar, no obstante, a discutir qué caracteriza a una gran idea, con argumentos principalmente tomados de Clayton Christensen.
Veamos, para que una idea sea disruptiva deben darse al menos cuatro condiciones:
1ª) Debe haber un mercado con incumbentes importantes.
Es decir, deben existir indicios sólidos de que los clientes estarían dispuestos a pagar por la solución al problema que la idea ofrece. Y el mejor indicio es tener uno o más clientes que ya estén pagando gustosamente por la solución.
2ª) Debe haber clientes cuyas necesidades no están siendo atendidas.
Es mejor, además, si estos clientes son receptivos a un producto que sea sólo «suficientemente bueno» y no necesariamente excelente.
3ª) Los proveedores no pueden atender fácilmente la demanda.
Normalmente la barrera es que para atender la demanda tendrían que destruir primero su negocio actual. Caso, por ejemplo, de los vendedores de enciclopedias en papel: no podían venderlas en CD-ROM sin canibalizar su propio mercado.
4ª) La disrupción debe afectar a toda la competencia.
No sirve de nada dejar fuera de combate a un competidor concreto, si a reglón seguido los demás competidores pueden entrar en el juego.
Post relacionado: La idea uno de los peores enemigos del emprendedor (Carlos Blanco)

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