Planes de Negocio: Cero o Uno

Nota: Antes de decir nada, vaya por delante que yo soy muy crítico con las subvenciones en general. Y que, en contra de lo que pudiere parecer, las últimas convocatorias que he leído me parecen bastante bien encaminadas (dentro de lo que un organismo público puede hacer).
La semana pasada hablaba con un analista de capital riesgo. Repitió varias veces una frase que se me quedó grabada (en parte porque está en línea con mis ideas sobre planteamientos de negocio), dijo:
«Este proyecto es cero o uno«.
Refiriéndose a que el plan de negocio en cuestión, bien derivaba en un auténtico pelotazo bien acababa en un fiasco total, pero no había opciones intermedias.
Veamos ahora qué sucede con las subvenciones. Una subvención típica cubre el 60 ó el 70% de un proyecto. Eso está muy bien ¿no? Es una ayuda potente en la cual el estado asume el 70% del riesgo a cambio de nada. Si, ciertamente. El problema es que muchos de los proyectos realmente buenos son cero o uno. O son un éxito como el relanzamiento del Mini o un fiasco total como el malogrado DeLorean de Regreso al Futuro.
¿Y qué pasa cuando un proyecto no es viable por sí mismo pero sí lo es si se cubren artificialmente el 60% de los costes? Pues que suele ser un proyecto de muy baja rentabilidad económica y con poco proyección más hallá de la subvención.
Es posible argüir que la subvención puede llegar aquellas empresas innovadoras en las que los bancos y el capital riesgo no quieren entrar debido al exceso de incertidumbres tecnológcias. Pero, lo cierto, es que obtener una subvención no es más fácil que obtener un crédito o una inversión (aunque tiene la ventaja de que ni te hipotecas ni pierdes una parte de tu empresa).
Yo creo que la clave estriba en empezar a medir los proyectos por su impacto social y económico y no por su innovación o por el coste. Es verdad que tiene que haber un mínimo de inversión total (digamos 200.000€) porque de lo contrario se abre la subvención y se colma la ventanilla de micro solicitudes de seis mil eurillos para Dios sabe qué, y eso es imposible de gestionar. Pero tampoco es cierto que el impacto de un proyecto sea directamente proporcional a su coste. Más bien lo deseable es lo contrario, que con poco gasto haya un gran impacto. La primera ronda de financiación para YouTube fue de 3,5M$ y ¿Cuanto sacaron?

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