Proyectos demo

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Javier Benjumea, presidente de Abengoa, comentaba esta mañana en en-code que en su empresa creen que la investigación y la ciencia son cosas más bien del sector público, y que a ellos lo que les interesa realmente es la innovación, en cuanto a puesta en práctica de una idea que sea monetarizable.
Javier contaba que la clave son los «proyectos demo» en los cuales se puede comprobar empíricamente si una idea teórica funciona en la práctica. Indirectamente aludía a los adoptadores tempranos de los que Goeffrey A. Moore habla en su libro Crossing the Chasm, un texto que ningún emprendedor tecnológico debería dejar de leer.
La dificultad principal para el emprendedor estriba en ganar credibilidad ni tan siquiera para que le den oportunidad para una demo. Según cuenta Benjumea, Abengoa ha realizado un proyecto piloto en Nebraska para la conversión de biomasa en energía ¿Porqué en Nebraska y no en Andalucía? En mi opinión, sencillamente porque en EE.UU. están más dispuestos a correr riesgos que en España.
Minutos más tarde, hablaba con un responsable de compras públicas quien me comentaba que habían solicitado siete (7) prototipos para un proyecto software. «¡Hombre!», me decía, «esto no se ha hecho nunca antes, y no podemos correr riesgos, o bien nos traen referencias de algún sitio donde se ha puesto en práctica antes, o bien nos demuestran al 100% que funciona antes de comprarlo». Lo cual implica que seis de los siete ofertantes del proyecto van de convidados de piedra. Esto tiene un coste brutal para los proveedores.
No hay que perder de vista que en Extremadura y Andalucía el Software Libre fue una apuesta, y una apuesta valiente, que está demostrando sus frutos.
Antonio Luque, director del Instituto de Energía Solar de la UPM y fundador, entre otros, de Isofotón, me contaba durante la comida que la ventaja actual de los proveedores de energía solar es que son empresas innovadoras, si, pero en realidad, lo que sucede es que la demanda excede la oferta, y eso hace que sea fácil vender, incluso teniendo en cuenta que la energía solar es varias veces más cara (por ahora) que la basada en combustibles fósiles.
Dicen que donde las personas ven problemas, los emprendedores ven oportunidades. Cualquier cambio supone un riesgo, o una oportunidad, según se mire. Poniendo como prioritario el objetivo de minimizar el riesgo no se progresa, sólo se perpuetua el dicho aquel de «más vale malo conocido que bueno por conocer».

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