Recientes experimentos del estudio Major memory for microblogs concluyen que la gente recuerda significativamente mejor los posts cortos que lee en Facebook o Twitter que frases de libros o caras de personas.
El estudio atribuye la diferencia a la herencia genética por la cual el lenguaje, antes de existir en forma escrita, era enteramente casual y espontáneo, de forma similar a las actualizaciones de estado de las redes sociales. E indica que el cerebro todavía procesa y recuerda más eficientemente este estilo de comunicación que el largo y artificioso estilo narrativo de un libro.
También expone que la memoria es en parte una herramienta adaptativa para la socialización, y que, por consiguiente, los mensajes leídos en un contexto social se recuerdan mejor que aquellos carentes del mismo.
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