Stephen O’Grady ofrece un excelente análisis sobre porqué Dell ha dejado de ser una empresa pública tras una operación de compra liderada por el propio Michael Dell. La razón esgrimida es bien simple: en una empresa que cotiza en bolsa los stakeholders suponen un obstáculo para la innovación. Es curioso que algo muy similar le escuché a Scott McNealy en 2009 lamentando haber sacado Sun a bolsa.
Dell deja la bolsa para poder innovar
Esta entrada fue publicada en Análisis Financiero del Software Libre, Patrimonio Común de Innovación. Guarda el enlace permanente.
Es la postura que defienden también en Valve. Ser una empresa que no tiene que responder ante inversores externos les permite, dicen, tomar decisiones al margen de los objetivos de negocio de corto plazo, como aquellas relacionadas con la organización interna de la empresa y que sería difícil justificar ante accionistas.
Este tipo de cuestiones a mi me parece que requieren siempre un poco de acalaración de lenguaje. Cuando trabajas con una orientación totalmente financiera de la propiedad (y esto te puede pasar en bolsa o fuera de ella, lo he vivido) a lo que te conduce es a maximizar el retorno a corto, es decir, a suprimir o reducir la inversión. Invertir consume margen pero significa que tienes un cuadro para el futuro. La bolsa busca dividendo estable (un negocio maduro que se ordeña dando una especie de seguridad) o crecimiento potencial (futuro: revalorización basada en expectativas del dividendo que llegará). Supongo que vender PC’s es un negocio muy maduro en un entorno que se dice «post-PC», así que tu accionista espera ordeñar la vaca. Si quieres otro futuro, has de invertir, con la probabilidad de que no lo encuentres o no sepas hacer otra cosa y, mientras tanto, negando a la propiedad su incentivo. Supongo que, por eso, la bolsa no es buen territorio para darle la vuelta («innovar») a un negocio de siempre. En fin, creo que he dicho algo obvio, pero es que tengo la sensación de que mucha gente no rasca en la cuestión y se queda un poco en la idea de la bolsa como maldad intrínseca. He visto empresas que han tenido ese estilo de propiedad y siempre salen cinco minutos antes de que el mercado constante que quedaron obsoletas para reinvertir el dinero ganado en otro negocio que habrá que ordeñar hasta que la vaca muera.