La compra de Sun por parte de Oracle ha sido como un duro terremoto para la Comunidad Open Source. Un terremoto cuyas réplicas siguen causando daños considerables hasta el punto de que hay quien piensa que Oracle compró Sun únicamente para dejarla morir. Y no sólo por los destrozos en el software de Sun ni porque les hayan crecido los enanos con OpenSolaris, OpenOffice, MySQL y hasta con Java, ni porque hayan triplicado el precio del soporte de MySQL. No es nada de lo anterior, el verdadero mazazo psicológico ha sido pasar por debajo de la apisonadora financiera de Oracle.
Scott McNealy hablaba ayer durante 40 minutos en la keynote de la Conferencia PgWest 2010, resignado a que el «gran» capitalismo de Oracle le ha gando la partida y dubitativo acerca de si la política de apertura de los últimos tiempos de Sun fue realmente una buena idea. Pero probablemente la decisión estratégica que más lamente McNealy no sea la apuesta por el Software Libre, que de hecho le dio muchos réditos a Sun, sino haber sacado la empresa a bolsa exponiéndola de ese modo a las fauces del gran tiburón Oracle.
El ex-CEO de MySQL Mårten Mickos ha puesto en duda la viabilidad del fork MariaDB del propio creador de MySQL Monty Widenius.
Y según Roberto Galoppini bloggeaba acerca de su participación en la Document Foundation el periodista Dana Blankenhorn de ZDNet ya andaba diciendo que el fork tiene muchas probabilidades de fracasar por falta de apoyo corporativo a pesar de que el 47% de los enuestados por 451 Group afirma que prefiere una licencia propiedad de una Comunidad frente a sólo un 6% que prefiere una licencia controlada por una corporación.
Es como si a todo el mundo se le estuviese olvidando de dónde salió Linux y todo el movimiento Open Source, y qué fue lo que se consiguió partiendo literalmente de la nada.
Matthew Aslett publica en 451 CAOS Theory que las tendencias más actuales son hacia proyectos desarrollados en cooperación donde se intenta que la comunidad desarrolle el software pero manteniendo el control sobre la misma desde una o varias corporaciones para que no haya forks incontrolados. Algo que ellos han bautizado como Open Source 4.0 y que parece ser la próxima moda según el open core va perdiendo fuelle.
En mi opinión, el «problema» (si se le puede llamar de esa forma) básico de fondo es que es prácticamente imposible que una empresa Open Source sea tan rentable como una empresa privativa. Esto es porque en una empresa de Software Libre una parte del valor creado se cede de forma gratuita al cliente, lo cual es así «por diseño» del modelo. Además desarrollar software es una actividad muy costosa y compleja (por eso Oracle ya no desarrolla nada, lo compra hecho). Y desarrollar y mantener un producto en solitario es doblemente costoso, sobre todo cuando el 95% de los usuarios no pagan ni un céntimo por el uso que hacen del software.
¿Es todo esto un cáncer para el Software Libre? No, en absoluto. Siempre hemos sabido que el Software Libre tiene una componente social tanto como una componente económica. Richard Stallman nunca ha dicho que la GPL sea una fábrica de multimillonarios. Aquí mismo en La Pastilla Roja hemos discutido muchas veces acerca de la viabilidad, o no, de muy variados modelos de negocio basados en Software Libre.
Lo que sucede es que basándose en ciertos mitos se ha ido forjando la idea de que el Software Libre es incluso mejor que el Privativo a la hora de hacer dinero. Y eso no es (en general) cierto.
Los dos mayores mitos que son falsos acerca del Software Libre son:
a) que los costes de I+D son más bajos porque la Comunidad contribuye al desarrollo. La verdad es que la gente contribuye algo sólo cuando no pueden monetizarlo ellos mismos.
b) que se puede vivir (bien) sólo del soporte post-venta o sólo de los servicios. La verdad es que con el soporte y los servicios se puede sobrevivir, que no es lo mismo que vivir, y mucho menos pagar una deuda astronómica con un inversor de capital riesgo.
La creencia de que el Software Libre abarata, y mucho, los costes de promoción y distribución es esencialmente cierta. Pero, como explica Jork Janse sobre Compiere, esa es sólo una parte de la historia.
El problema es que el Software Libre puede dejar, digamos en cero, los costes de promoción y distribución. Lo cual no es cierto, pero supongamos que si… Si dichos costes fuesen, pongamos por caso, el 40% de todos los costes de la empresa, entonces eso sería un fantástico avance en rentabilidad. Pero ¡un momento! a cambio de una reducción del 40% de costes en promoción y distribuciónl a empresa puede haber renunciado a un 50% de sus ingresos potenciales procedentes de licencia EULA. Si además de ahorrar dinero en promoción el Software Libre no ahorra dinero en I+D y, además, genera ingresos por otras vias, resulta que la empresa de Software Libre es menos rentable que la de Software Privativo. Lo cual, insisto, no es ninguna novedad.
Es por esto que en los últimos cuatro años hemos visto una especie de retorno al modelo de negocio de licencias cristalizado en el mal llamado Open Core u Open Source Comercial.
Entonces ¿qué hacemos desarrollando Software Libre? ¿Somos acaso todos tontos los que lo fabricamos? NO. PARA NADA. El Software Libre era, y sigue siendo una necesidad social y comercial. Es una forma de paliar un grave desequilibrio que existe en favor de determinadas empresas cuasi-monopolísticas. Es una nueva forma de competir en una economía globalizada y una nueva forma también de concebir los negocios, y el mundo en general, de una manera más justa y sostenible para todos, para los empresarios, para los usuarios y para los desarrolladores.
Comunidad y Control para una nueva generación de Proyectos Libres
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