Edward Wong publica en New York Times que el gobierno chino ha deshabilitado algunas funciones de búsqueda de Google bajo el pretexto de que demasiado amenudo presentaban resultados pornográficos o vulgares.
Google se mueve en el filo de la navaja con China. Su dilema es si dar servicio o no en un pais cuyo gobierno exige la censura de los contenidos como condición indispensable para permitir el uso de Google.
Por una parte los principios de la compañía, claman al cielo: «¡NO!» y, por otra parte, está el miedo a dejar abierta la ventana china para que entre algún otro avispado competidor con menos escrúpulos.
Trístemente, si Google no se doblega ante la censura del gobierno chino, entonces otro lo hará, y el acto de resistencia habrá sido en vano.
La única solución sería una mayor presión global contra la censura del gobierno chino. En los paises civilizados, pornografía es totalmente legal para los adultos, y no puede servir de excusa para la censura generalizada de un estado policial que practica el Gran Hermano en la red.
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Actualizaciones:
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Desde que inició sus operaciones en China, Google lleva ya bastante tiempo moviéndose en el filo de la navaja con el gobierno de dicho país. Google lleva muchos años soportando búsquedas en chino. En 2004 el buscador de noticias operativo en China ya bloqueaba el acceso a determinadas publicaciones consideradas inapropiadas. Pero la primera decisión realmente difícil fue violar la política de la empresa cuando se lanzó google.cn en 2006. Para que el gobierno chino permitiese acceso a dicho sitio, Google tuvo que aceptar censurar determinados temas como la independencia de Taiwan o la matanza de la plaza de Tiananmen en el 89. Además, se decidió no ofrecer otros servicios como GMail y Blogger, porque tampoco se podía garantizar la privacidad de los usuarios. El marco de la situación venía precedido por un caso en 2001 en el cual Yahoo! proporcionó al gobierno chino información sobre el periodista y activista Wang Xiaoning que acabó costándole a éste último una condena a 10 años de prisión por publicar mensajes disidentes en las listas de Yahoo!. La lista de palabras censuradas, es, cuando menos sorprendente, incluye no sólo hechos concretos y nombres de disidentes sino también conceptos como democracia, derechos humanos, dictadura, opresión, genocidio, etc.
De modo que por aquel entonces, Google tuvo que enfrentarse a una difícil elección: o proporcionaba búsquedas censuradas, o no proporcionaba ningunas búsquedas a usuarios en China. La decisión final se acabó tomando por la lógica de que si Google no prestaba el servicio, entonces otra empresa menos escrupulosa sí lo haría y Google perdería un quinto de la población mundial residente en China, como, de hecho, ya les estaba pasando frente a su rival Baidu.com de origen pekinés. El asunto causó su revuelo, y le costó a Google un pequeño boicot liderado por personas que abogaban por retirar toda la contratación publicitaria en AdWords y AdSense mientras Google se doblegase a la censura del gobierno chino. Y el tema no era para menos, pues justo la semana anterior a inaugurar su nuevo buscador censurado, Google le había ganado una batalla legal al departamento de justicia estadounidense para no desvelar qué estaba buscando la gente en Internet.
La censura china en Internet es la más extensa y sofisticada de cualquier país. Está compuesta por un alambicado conjunto de más de sesenta normativas reguladoras que bloquean los contenidos y espían lo que los usuarios dicen y hacen en Internet en un esfuerzo de neutralizar las opiniones críticas anti-polución, anti-corrupción, anti-japonesas y disidentes en general que son borradas en cuestión de minutos de los foros y blogs de portales como Sohu o Sina. Las únicas áreas geográficas que se salvan son Hong Kong y Macao, donde no se aplican las regulaciones censoras de china continental.
El siguiente episodio polémico se produjo durante las olimpiadas de 2008. El gobierno chino había prometido que el acceso a Internet no sería censurado en la sala de prensa de la villa olímpica. Sin embargo, cuando los periodistas llegaron, se encontraron con que determinados sitios con contenidos políticamente disidentes habían sido restringidos y que el COI había llegado discretamente a algunos acuerdos para aceptar determinadas limitaciones en el acceso a Internet.
Las dificultades técnicas para implantar una censura eficaz llevaron al gobierno chino en 2009 a intentar exigir que se pre-instalase en todos los PCs comercializados en China un spyware de control gubernativo llamado Green Dam-Youth Escort. El problema para que la censura sea eficaz es que las conexiones por VPN y SSH desde China a otros países no están clausuradas, de modo que cualquier con una línea segura de acceso a un ordenador que esté en otro país puede esquivar fácilmente la censura de los firewalls chinos (greatfirewallofchina.org). Debido a la presión de los lobbies de fabricantes como Dell y HP, el affair del spyware finalmente quedó en tablas, las autoridades chinas desistieron temporalmente de exigir su pre-instalación, pero se reservaron el derecho de volver a la carga en el futuro sobre ello. Además, el Green Dam resultó tener varios agujeros de seguridad que hacían los PCs vulnerables a los ataques de hackers malintencionados.
El último episodio de la censura se produjo a finales de junio de 2009 cuando el gobierno chino forzó a Google a deshabilitar la búsqueda asociativa de palabras después de que la Oficina de Reporte de Información Ilegal acusase al buscador de proporcionar contenidos sexualmente perniciosos (según ellos) por ejemplo, argüyendo que la palabra en mandarín «erzi» (hijo) podía devolver resultados asociados lascivos. Además, la Oficina de Civilización Espiritual de la ciudad de Pekín anunció que reclutaría a 10.000 voluntarios para monitorizar contenidos online.
Además de los contenidos, se están empezando a establecer también regulaciones sobre otros usos de Internet. En particular, el ministerio de comercio chino publicó una nota a finales de junio de 2009 en la cual informaba que prohibiría el intercambio de dinero virtual por bienes reales. Con casi 300 millones de internautas, el gobierno Chino está preocupado, y con razón, de que se genere un gigantesco mercado negro de dinero virtual, cuyo uso está creciendo a un ritmo del 20% interanual y ya alcanza el volumen de varios centenares de millones de euros. Existe la preocupación de que se cree una economía paralela de Gold Farming en juegos online y otras formas de dinero alternativo, especialmente porque al menos el 80% de los gold farmers de todo el mundo están en China.
Actualización: El gobierno chino bloquea Google por completo.