Sistema de votación de ayudas públicas Stimulus Watch

Rompedor el nuevo sitio Stimulus Watch en el que los ciudadanos norteamericanos pueden consultar las ayudas públicas a diversos proyectos y ¡votar por ellas!.
Stimulus Watch
Las ayudas públicas, por muy bienintencionadas que sean siempre se enfrentan a dos obstáculos:
1º) La dificultad y costes intrínsecos de gestionarlas. En cada convocatoria se presenta una avalancha de solicitudes que hay forzosamente que gestionar aunque sea para decir: «no, gracias».
2º) La necesidad de llegar a un equilibrio entre la flexibilidad y el control de la corrupción. De manera que se pueda apostar por nuevos proyectos y personas con las mínimas rigideces burocráticas pero sin caer en casos como el de la últimamente famosa factura de 80.000€ en fotocopias.
La gente que ha ido a pedir subvenciones sabe que es un proceso arduo y frustrante. Casi todos los que conocen el tema dicen que la mayor parte de la tarta se la llevan siempre los mismos.
Hay una pequeña parte del problema relacionada con el tráfico de influencias (España esta en el puesto 28 de 180 paises en el ranking de ausencia de corrupción). Pero lo más difícil de solucionar es la complejidad inherente de hacer la elección de los proyectos correctos. Yo entiendo que le den subvenciones a Indra o a Telefónica y no a la empresa José Luis Torrente y Asociados S.L. (con mi mayor respeto por la sufrida PyME). Cierto es que cuando metes un millón de euros en una de esas grandes empresas se disuelve como un azucarillo en té caliente y no pasa prácticamente nada. Y que en una PyME un kilo de subvención sería como un boleto de lotería. Pero es que el gobierno no es ni más ni menos corrupto que los ciudadanos, y si no se vigila el destino del dinero, en cuanto te descuidas, los pobrecitos solicitantes te han armado un fraude de quitar el hipo.
¿Dónde entra en juego una herramienta como Stimulus Watch? Pues en que permitiría medir de alguna manera la efectividad de las ayudas. Por ejemplo, los que saben si un sistema es corrupto o no son los insiders. Si un trabajador está empleado en un proyecto donde su jefe se está llevando maletines a casa, y puede levantar la mano para decir: «¡oiga! aquí se está robando dinero público», entonces ya se ha dado el primer paso para que el caso se conozca. Y lo mismo para votar favorablemente si un proyecto funciona y está resultando útil.

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