Resistencia a la publicidad

Durante los próximos años vamos a observar el crecimiento de un estado mental anti-publicitario. Los clientes potenciales desarrollarán inmunidad mental contra la publicidad, lo mismo que los microbios se vuelven inmunes a los antibióticos tras estar suficiente tiempo expuestos a ello.
A medida que los métodos publicitarios se vuelvan más sutiles y personalizados, los usuarios se volverán más indiferentes a los impactos recibidos y desarrollarán contramedidas para no verse infoxicados con mensajes comerciales.
De hecho, esto ya está sucediendo, en forma de filtros anti-spam y de todo tipo de barreras contra la recepción de mensajes publicitarios no solicitados. Y es por eso que las campañas de productos de software son mucho más de relaciones públicas y marketing viral boca a boca, que de publicidad directa en sí misma.
Ahora estamos viviendo una fase en la que todo el mundo se apunta alegremente a cualquier servicio online como GMail o un red social.
Hasta que se den cuenta de que su privacidad ha desaparecido. Y entonces habrá un efecto de rebote en el cual la gente desconfiará de apuntarse a nada.
Usted, no le diría su edad, dirección y gustos personales a ningún desconocido que le llamara por teléfono para preguntárselos ¿verdad? Entonces ¿porqué lo hace cuando se registra en un sitio web?
Las peores cosas en la vida suceden lentamente. Y ahora lo que está sucediendo en la fragua de un gigantesco Gran Hermano.
Artículo relacionado: El marketing que viene (Conchi Gutiérrez)

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