Cuenta la leyenda que Rómulo y su gemelo Remo eran hijos de Rea Silva y del dios Marte. Rea era una mujer del linaje real de Alba Longa a quién Marte sedujo mientras ella buscaba agua en una gruta.
Amulio, el rey Alba Longa y tio de Rea, la obligó a abandonar a los bastardos a orillas del Tíber para que muriesen.
Una loba encontró a los hermanos y los amamantó hasta que el pastor Faústulo los descubrió y los crió como sus propios hijos.
Al crecer, Rómulo y Remo se dedicaron al robo hasta que en una ocasión atacaron a unos pastores de Amulio. Remo fue apresado en el ataque y conducido hasta Amulio. Fue entonces cuando Faústulo decidió contar a Rómulo la historia de sus orígenes. Enterado Rómulo de su linaje real, fue a rescatar a Remo, asesinó a Amulio y colocó en el trono a su abuelo Numitor.
Rómulo y Remo decidieron fundar su propia ciudad en el lugar en que habían sido recogidos por la loba, pero entre ambos surgió una disputa acerca de la localización exacta. Rómulo afirmaba haber recibido una señal de los dioses que señalaba el emplazamiento en la colina Palatina, mientras que Remo se empeñó en demostrar la debilidad de las defensas saltando sobre el foso, acto que fue considerado sacrílego por Rómulo y por ello mató a su hermano Remo pasando a convertirse en el único rey de la nueva ciudad.
El problema más inmediato de Rómulo era la mano de obra para poblar Roma. Para atraerla estableció un refugio en el que podían residir con impunidad malhechores y proscritos de toda Italia. Para encontrar suficientes mujeres, invitó a las tribus sabinas de los alrededores a una ceremonia religiosa conjunta en mitad de la cual los romanos raptaron a las mujeres jóvenes.
En respuesta, Tito Tacio, rey de los sabinos, declaró la guerra a Roma, e invadió las defensas romanas hasta llegar a la colina Capitolina, pero las mujeres sabinas, ahora convertidas en esposas romanas intercedieron para que cesase la guerra y se llegó a un acuerdo por el cual Tito reinó cojuntamente con Rómulo hasta su muerte.
Rómulo reinó durante 38 años hasta que un día desapareció de forma sobrenatural. Un día que había ido al Campo de Marte se levantó inesperadamente una tormenta. Se hizo tal oscuridad que la gente huyó despavorida. Y cuando retornaron, Rómulo había desaparecido misteriosamente.
A Rómulo le sucedió Numa Pompilius, quien, según Plutarco, era un sabino que había estado casado con la hija de un amigo íntimo de Rómulo.
Cómo fundar un imperio
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