Un taller diferente

Mercedes
La excelencia empresarial es factible en cualquier circunstancia. No es imprescindible ser una multinacional, ni andar con estándares estilo ISO 9000 o Seis Sigma para hacer las cosas bien.
La excelencia empieza por el ambiente en el que viven inmersos los asalariados. Siempre he sido contrario a permitir que los empleados vayan desaliñados a la oficina, en la creencia de que la misma desidia vital acaba afectando a la forma en la que hacen su trabajo.
En una ocasión oí a Silvio Berlusconi decirle a uno de sus asesores de imagen que estaba muy molesto por un pequeño detalle. El motivo, le explicó, es que el 90% de lo que hacía el asesor podía hacerlo igualmente bien CUALQUIER otro asesor. El bueno de Silvio le explicó sucintamente que no le estaba pagando una cantidad obscena de dinero por el 90% sino precisamente por el otro 10%.
En una era donde los programadores viven diariamente presionados para cumplir «el 80% de los requisitos con un 20% del esfuerzo» el resultado es amenudo productos a caballo entre un mierda y una mierda como una casa de doce pisos.
Para muestra de lo anterior, vale la pena ver estas sorprendentes (aunque no deberían serlo tanto) fotografías de una fábrica de Mercedes Benz en Alemania.
Fábrica de Mercedes (PowerPoint)
Fábrica de Mercedes (OpenDocument)
Comentario de Ismael Olea: No son realmente de una fábrica de Mercedes, sino de McLaren (participada a su vez por la Daimler-Chrysler, claro). http://images.google.com/images?q=mclaren factory&ie=UTF-8&oe=UTF-8&sa=N&tab=wi

Compartir:
  • Twitter
  • Meneame
  • Facebook
  • Google Bookmarks
Esta entrada fue publicada en Casos Prácticos. Guarda el enlace permanente.