Barrapunto se hace eco de que en Brasil, dicen, la gente anda cambiando los Linux pre-instalados por un copias piratas de Windows XP.
Se trata de los PCs baratos de la iniciativa Computador para Todos a pesar de que el gobierno brasileño ha autorizado únicamente la instalación de software libre de serie.
En la historia que cuenta Fábio Sales las razones que esgrime el usuario para cambiar Linux por Windows XP son que le parecía muy complicado y que tenía un aspecto feo.
La gente compra seguridad más que ninguna otra cosa en este mundo, seguridad en el sentido holístico de la palabra, entendida como minimización de lo imprevisible.
La seguridad absoluta es una quimera (bueno, con Windows hay algunas cosas que sí son previsibles a ciencia cierta ). Pero aún así los usuarios seguirán prefiriendo una copia (pirata) de Windows antes que enfrentarse al territorio desconocido de Linux.
Recuerdo la época en la cual Lotus Notes hizo las grandes ventas corporativas en España. Por aquel entonces Notes era un producto de GroupWare muy superior a Microsoft Exchange, de modo que muchas grandes empresas optaron por Lotus como solución de correo. Era sorprendente ver cómo los usuarios «pasaban» de Notes y se instalaban por su cuenta y riesgo Outlook Express, principalmente por dos razones: 1ª) porque era lo mismo que tenían en casa y les resultaba más familiar y, 2ª) porque podían tener el correo en local sin las restricciones de cuota de disco que tenía Notes.
La libertad de elección es libertad también para instalarse Windows. Pero los profesionales informáticos tenemos el deber moral de luchar contra la piratería.
Para contribuir al desarrollo del software libre actúa localmente:
¡no ayudes a instalar copias piratas de Windows!
Más vale malo conocido
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