Según una encuesta recientemente realizada por la analista Laura DiDio de Yankee Group, las empresas valoran igualmente Linux y Windows en términos de calidad y rendimiento. Siendo el ROI y el TCO valorados aproximadamente igual para ambos.
Dando la encuesta por buena (la realidad es la realidad), merece la pena señalar que no son los parámetros de calidad y rendimiento los que diferencien al software libre del propietario.
No creo que nadie puede afirmar razonablemente que OpenOffice es intrínsecamente mejor que Microsoft Office desde la perspectiva del usuario final.
Es la diferencia en la licencia y la propuesta de valor general que se hace al cliente lo que marca la diferencia clave entre un tipo de software u otro.
Muchas empresas pagan por programas libres, quizá incluso pagan más de lo que les costaría la misma funcionalidad en software propietario. Pagan por la libertad y por confianza que proporciona tener los fuentes, no por la cantidad de defectos por mil líneas de código.
Windows=Linux
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