Creo que fue a Alfredo a quien oí por primera vez defender con vehemencia la importancia de que los estándares de comunicación entre aplicaciones sean abiertos, hallá por la Open Source World Conference de 2004 en Málaga.
Ahora un una noticia de Peter Sayer de IDG News ampliamente difundida por la red pueden leerse algunos comentarios interesantes acerca de las maniobras de Microsoft para mantener cerrados sus protocolos de comunicación.
La táctica es muy sencilla, para dificultar que las empresas migren sus escritorios a Linux se hace los protocolos SMB y CIFS cerrados e incompatibles con Linux. Así una empresa no puede migrar a Linux de forma gradual porque la parte Linux quedaría desconectada de la parte Windows, o, al menos, conectada por Samba pero sin ninguna garantía de que sea fiable porque el software se ha escrito haciendo ingeniería inversa de los protocolos de Microsoft.
Este mismo caso podemos extenderlo al software de trabajo en grupo alrededor de Outlook.
Novell ha liberado su servidor de Calendario Hula y anda anunciando a bombo y platillo su roadmap para GroupWise. Porque saben que las herramientas colaborativas son el tercer factor más importante para migrar a Linux (detrás del interfáz gráfico y de Office).
Actualmente existen buenos entornos gráficos (Gnome, KDE), un excelente navegador (Mozilla) y una suite ofimática muy acedptable (OpenOffice). Sólo falta que todo ello pueda interoperar fluidamente para replicar el ecosistema de aplicaciones que ofrece Microsoft.
Siguen las batallas por los protocolos abiertos
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