El peligro del SaaS para la libertad de expresión

Reflexionando sobre el último video mofándose del Islam que ha generado tanto revuelo me dio por pensar hasta qué punto la censura, o la libertad de expresión, han pasado a manos de empresas privadas. Resulta que el gobierno de los Estados Unidos le pidió a Google que retirase el video para evitar males mayores, pero Google se negó acogiéndose a la defensa de la libertad de expresión. Sin embargo, las políticas de uso de YouTube, o las de ningún otro servicio SaaS como Tumblr, son cualquier cosa menos permisivas con la libertad de expresión.

Para empezar, las condiciones de uso de los servicios SaaS en realidad no garantizan absolutamente nada, en el punto 3 de las condiciones de uso de YouTube dice:

YouTube se reserva el derecho a realizar modificaciones en los Términos y Condiciones en cualquier momento […] Si Ud. no esta de acuerdo con los términos y condiciones modificados Ud. deberá dejar de utilizar el servicio

Es decir, que YouTube puede permitir o prohibir arbitrariamente lo que le venga en gana en cualquier momento.

En el punto 5.1.E dice: “Ud. se obliga a no utilizar el servicio para ninguno de los siguientes fines comerciales: i) la reventa del acceso al Servicio; ii.) la venta de publicidad, patrocinio, o promociones; iii.) la venta de publicidad, patrocinio o promociones en cualquier página de un blog que permita anuncios o sitio web que contenga Contenido entregado a través de los servicios” Y el 5.1.J: “Ud. se obliga a no utilizar el servicio (incluyendo los comentarios y las funciones de e-mail del sitio web) para ofrecer servicios en relación con una actividad comercial” 5.1.L: “Ud. se obliga a no acceder al contenido para cualquier finalidad distinta al uso personal, no comercial únicamente

O sea, prohibido cualquier modelo de negocio basado en una externalidad del servicio de la que ellos no puedan obtener una mordida.

El compromiso de disponibilidad es ya de traca. 5.4: “la forma y naturaleza de los servicios prestados por YouTube podrá variar en cualquier momento sin necesidad de preaviso” 5.5: “YouTube podrá necesitar interrumpir (de forma permanente o temporal) la prestación de los Servicios (o de cualquier función de éstos) a Ud. o a los usuarios en general”.

Por otra parte están las normas de la comunidad YouTube:

• YouTube no es un sitio destinado a la publicación de contenido pornográfico o sexualmente explícito.
• No publiques vídeos con contenidos sobre actividades negativas como abusos a animales, consumo de drogas o fabricación de bombas.
• No se permite la violencia explícita ni gratuita.
• YouTube no es un sitio para mostrar contenido impactante.
• Fomentamos la libertad de expresión y defendemos el derecho de todo el mundo a expresar puntos de vista impopulares. Pero no toleramos discursos que fomenten el odio.

Todos estos puntos tienen en el fondo bastante sentido, pero tal cual están redactados ponen la decisión sobre lo que se puede publicar o no enteramente en manos de YouTube. Por ejemplo, ¿Qué es violencia explícita o contenido impactante? ¿El video de una carga policial contra manifestantes desarmados viola la política del sitio? ¿Una corrida de toros es abuso de animales? ¿No era el video de mofa del Islam una clara incitación al odio?

Además las normas de uso no sirven en la práctica para restringir los contenidos inapropiados porque la tecnología no lo permite. Yo estoy harto de los videos de «Dora la Folladora» que como no tienen sexo explícito ni sale nadie montándoselo con un perro pues pasan perfectamente los filtros y de repente te encuentras a tu hijo anonadado delante del iPad oyendo auténticas barbaridades en el falso doblaje.

Y he escogido YouTube como caso de estudio porque es el sitio de video más popular, pero para nada es ni el más carente de netiqueta ni el más intolerante. En la Normas de la Comunidad de Tumblr por ejemplo se pueden encontrar perlas como la siguiente: “en cualquiera de los casos nos reservamos el derecho a suspender cuentas o eliminar contenido sin previo aviso por cualquier motivo”.

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