¿Es Silicon Valley todavía La Meca del software?

En cualquier mercado hay tres factores que determinan la calidad de las oportunidades: 1º) cuántos clientes hay, 2º) cuántos proveedores están intentando venderles y 3º) cuáles son las regulaciones que afectan a la competitividad y la competencia. Últimamente muchos (al menos en España) piensan que Silicon Valley es La Meca del Software, pero hasta el propio Zuckerberg dijo en 2011 que si tuviera que refundar Facebook se quedaría en Boston.

Oficinas y Alojamiento
Un exitoso emprendedor que conozco escribia recientemente en su muro de Facebook que “lo complicado en San Francisco no es emprender ¡es encontrar casa!” Ciertamente el downtown es un área cara para vivir y emprender y por eso la mayoría de las empresas de Silicon Valley se diseminan a lo largo de los 80Km de la autopista 101 que separan San Francisco de San José. Lo más cool, por supuesto, es instalarse en University Avenue en Stanford, entre el edificio original de Facebook y las oficinas de Accel Partners, pero allí no queda ni un metro cuadrado libre. A mi personalmente me parece que hay sitios mejores como Redwood City porque está más o menos en medio de todo y facilita atraer a gente que viva en el lado este de la bahía.

En Silicon Valley las incubadoras funcionan y funcionan muy bien. Es imprescindible mencionar el caso de Y Combinator. Otra opción, es Plug and Play, que ofrece espacio en Sunnyvale, Redwood City y hasta una oficina chiquitita en Palo Alto. En Plug and Play ha habido varias campañas de incubación patrocinadas por cámaras de comercio y comunidades autónomas, y es casi inevitable encontrarse a algún español por ahí. En San Francisco está ubicada Opinno, la incubadora fundada por el español Pedro Moneo, y también el Spain Tech Center. Y para hacer turismo tecnológico existen opciones como StepOne.

Sin embargo, el florecimiento de las incubadoras en Europa ha experimentado un vibrante crecimiento. Nunca antaño había sido tan fácil encontrar programas de aceleración. JEI, Tetuan Valley, SeedRocket o Wayra. Por citar sólo unos pocos ejemplos, y para nada es un fenómeno propio español, pues ciudades como Londres o Berlin compiten también con sendas iniciativas de apoyo a las startups de base tecnológica.

Mi moraleja sería que es más fácil crear la empresa en España que montar de saque todo el tinglado legal de constituir una empresa en Delaware. Entonces las incubadores estadounidenses son muy útiles como cabeza de plaza allí cuando la empresa ya ha madurado un poco.

Disponibilidad de mano de obra cualificada y permisos de trabajo
El alojamiento, no obstante, no deja de ser una anécdota, porque uno siempre puede adaptarse a vivir en East Palo Alto, la ciudad que llegó a tener el índice de homicidios más elevado de EE.UU. Los primeros obstáculos reales que yo le veo a Silicon Valley son la dificultad para obtener un permiso de trabajo y la escasez de técnicos cualificados. Existen en Silicon Valley auténticas guerras por el talento. Yo no montaría un negocio en California con mano de obra local. Aprovecharía la ventaja poder producir en España donde los salarios son mucho más bajos. Respecto de los permisos de trabajo, recientemente se han difundido noticias aclamando que EE.UU. está abriendo su puerta a emprendedores extranjeros mediante la Startup Act 2.0. Pero en realidad la Startup Act 2.0 lo que promete es otorgar 125.000 nuevos visados para personas que hayan cursado estudios universitarios en EE.UU. Además de que las titulaciones no tienen porqué ser técnicas, sino que se admiten licenciaturas como paleontología o artes escénicas. Es decir, la Startup Act 2.0 no es una iniciativa para atraer talento sino para retener talento y además lo mismo sirve para irse a Palo Alto que a Hollywood. A pesar de que el 40% de las Fortune 500 fueran fundadas por inmigrantes o sus hijos y que la mitad de las startups tengan al menos un fundador inmigrante, sigue siendo muy difícil conseguir un permiso de trabajo en EE.UU. Incluso los hay como Mitch Kapor que afirman que Silicon Valley no es para nada un entorno meritocrático sino que está dominado por grupos concretos de blancos y asiáticos herméticos a personas de distinta procedencia. Yo no creo que exista racismo en Silicon Valley porque el color del dinero es el mismo para todos, pero si no eres judio y no has estudiado en Stanford quiza no lo tienes tan fácil allí como crees.

Acceso a la financiación
Existe el mito de que en España es muy difícil conseguir dinero y que en EE.UU. es muy fácil conseguir dinero. Los propios insiders de Silicon Valley contradicen esta creencia porque las rentabilidades de muchos fondos tecnológicos han entrado en números rojos y algunos hasta han cerrado. En Silicon Valley ya no gustan tanto las empresas que se montan a lo grande quemando un montón de dinero para conquistar un mercado como explicaba Don Valentine sobre la estrategia de Sequoia. Los inversores han entrado en una especie de neurosis por la cual quieren empresas que sean altamente escalables, si, pero también rentables en el corto-medio plazo.

Por otro lado, no conozco ningún sitio en el mundo donde se puedan conseguir préstamos tan blandos para emprender como en España. ENISA debe de ser el mayor inversor tecnológico del pais. Y no es la única fuente de financiación semi pública barata. Y el dinero público es fácil, si se cumplen los requisitos y se domina la burocracia, claro, pero es que todo tiene su truco en esta vida. Mi opinión es que España es mejor para obtener capital semilla en forma de préstamos. En la primerísima etapa de una compañía cada euro de inversión se paga carísimo en participaciones societarias, por lo que, en mi opinión, es mejor evitar la pasión por endeudarse hasta que la empresa haya empezado a escalar en ventas. Sobre todo en tiempos de crisis como la actual en los cuales la valoración de las startups cae como efecto secundario de la beta referenciada a bolsa.

Lo que si creo que es cierto es que en España existe un equity gap, entre 500.000 y 5.000.000 probablemente, aunque no para la segunda ronda de empresas que realmente van bien. Y que la dificultad de los exits es un serio problema. Aunque de nuevo hay ejemplos de lo contrario como Tuenti.

Ningún inversor es corderito, y si todos tienen los dientes largos, en Silicon Valley habitan los genuinos tiburones blancos. Tanto que a mi me parece que uno de los mayores logros de Zuckerberg ha sido sobrevivir al bodebil de inversores de Facebook, y quizá por eso se casó al dia siguiente de la salida a bolsa, hastiado de la carrera de fondo para poner orden en la codicia infinita de sus socios.

Mercado
Creo que la única razón verdadera para irse a Silicon Valley es que se desee abrir la empresa al mercado norteamericano. Entendiendo que el mercado norteamericano no es California. Estado cuyo PIB es aproximadamente 1,5 veces el de España y que, por consiguiente, sigue siendo en si mismo un mercado local. Abrir en EE.UU. implica vender de costa a costa pasando por el medio oeste. Sólo así puede conseguirse la escalabilidad brutal en ventas que prometen los planes de negocio porque en Silicon Valley ya hay un montón de feroces proveedores. Lo cual lleva al problema de la red de ventas. Hace algún tiempo le oí decir a Diego Mariño que “en EE.UU. los comerciales son coin operated”, les echas una moneda y venden, se la dejas de echar y dejan de vender. En realidad todos los comerciales en cualquier parte son coin operated en el sentido de que son personas motivadas exclusivamente por el dinero. Algunos VCs, por cierto, tienen experiencia en la creación de la red de ventas, algo que cualitativamente les diferencia, y mucho, de la mayoría de los inversores españoles. No todos los productos se venden por Internet de forma viral.

Estructura de Producto
Otro factor que me parece imprescindible tener en consideración es que el producto que funciona en España puede que no funcione en EE.UU. y viceversa ¿Cuales son las diferencias? Bien, en EE.UU. hay que vender productos mucho más especializados. Concentrándose en que tengan el mínimo de funcionalidades con el máximo de calidad y usabilidad, lo cual no es necesariamente cierto en España. Dice Agustín Cuenca que “menos es más” (refiriéndose a Ruby On Rails) pero en ocasiones para ganar un pliego de contratación un producto necesita tener más, mucho más. Pongamos por ejemplo la diferencia entre un integrador de sistemas en Madrid versus otro en cualquier otra provincia de España. En Madrid se puede vivir y prosperar haciendo sólo software. KnowGate hace sólo software y además sólo software de un tipo muy concreto. Eso es porque estamos en “la milla de oro” de la zona norte madrileña donde hay más clientes con capacidad de compra que la de la empresa para producir bytes que venderles. Pero si nuestro mercado estuviese en cualquier otro lugar entonces probablemente tendríamos que hacer también venta e instalación de hardware, gestión de alojamiento de servidores y atención diaria de sistemas. En resumen, para irse a EE.UU. hay que quitarle cosas al producto, «quitar» en el sentido que le quitaron Google o Twitter, allí verdaderamente menos es más.

Recíprocamente, existen nichos de mercado que son muy bien defendibles en Europa, o en cualquier otra parte, de los gigantes estadounidenses. Los copycats están de moda, abanderados por los hermanos Samwer quienes se han atrevido hasta a clonar Amazon para mercados emergentes. Pero sin necesidad de entrar en el plagio existen muchos productos específicos del estilo de vida europeo los cuales los norteamericanos no son ni siquiera capaces de imaginar.

Crisis intergeneracionales
En Silicon Valley conviven actualmente tres generaciones de emprendedores: la que inventó el hardware de 32 bits entre guerras feroces como las que describe Tracy Kidder en su clásico libro The Soul of a New Machine, la generación del software privativo cuyo arquetipo es Larry Ellison y la novísima generación de la web 2.0 con ya respetables miembros como Eric Smith. Un problema actualmente es el “efecto luciérnaga” que han creado Facebook y Apple. Yo llevo un tiempo eliminado feeds de noticias RSS porque sólo repiten machaconamente tres cosas: «Facebook, Apple, Google, Facebook, Apple, Google, Facebook, Apple, Google, &helip;» Tal parece que si no tienes algo que corra en el móvil y tenga que ver con la sociocosa no tienes nada, habiéndose producido una proliferación de productos concentrados en dichas áreas en detrimento de otras potencialmente mejores.

Conclusión
Antes de hacer las maletas e irse conviene haber meditado acerca de si no se están explotando convenientemente las fortalezas de nuestro entorno local. Es muy curioso escuchar sobre las oportunidades en paises emergentes, y luego hablar con brasileños quejumbrosos de la idiosincrasia de un pais con mentalidad aún infantilizada en muchos aspectos. Si hay algo que está democráticamente repartido en esta vida eso son las ostias que caen de punta en todas partes, al menos para los de en medio. Silicon Valley es una jungla y como todas las junglas hay oportunidades para cazar o para que lo cacen a uno, por ejemplo friéndolo a pleitos, de los cuales ni hemos hablado, pero que en Silicon Valley son un tema muy común de conversación tomando una caña; los pleitos que has interpuesto tu, o contra ti, normalemente por una cantidad exorbitante de dinero, tanto como para resulten sangrantes hasta los abogados.

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