Espuria asimilación del caudal de datos con el caudal eléctrico

Leo en ReadWriteWeb un artículo de Pablo G. Bejerano informando que en Canadá quieren suprimir la tarifa plana. Con los pretextos de siempre: 1º) que el crecimiento de consumo es insostenible, y 2º) que así se prestaría un servicio más justo y de mejor calidad a los consumidores.
Ayer mismo me comentaba Diego Mariño: «me he pasado años tratando de persuadir a las telcos acerca de cómo vender SaaS, ‘Garantiza el caudal de datos, porque lo tienes'», me decía.
El cobro por uso es algo así como el Servicio de Estacionamiento Regulado en las ciudades, alivia en parte de forma verificable el problema de aparcar en el centro, si, pero ¿a qué precio?
Es razonable implantar un sistema que premie a los usuarios que hacen un uso racional del ancho de banda frente a aquellos que se dedica a tener la línea «petada» 24×7. Pero dicho sistema no tiene necesariamente que pasar por abolir la tarifa plana.
Se podría hacer, por ejemplo, que la velocidad de la conexión disminuyese paulatinamente a partir de determinado umbral de tráfico. Algunos modems 3G ya funcionan así de hecho, dan 3,6Mb (de pico) hasta unos poco centenares de megas y luego pasan a funcionar a 64kbps pero sin cobrar más al usuario.
Lo más perverso de la noticia, no obstante, es la comparación de la Canadian Radio-television and Telecommunications Commission (CRTC): “Estamos haciendo exactamente lo mismo que con la electricidad”.
Pero ¡un momento! el caudal de datos no es lo mismo que el caudal eléctrico. La electricidad tiene unos costes de generación, pero los datos no. En la factura de la luz está incluído el coste del del petróleo o de uran, o lo que sea… necesario para producir la energía pero los datos no tienen coste de generación para el proveedor. Existe sólo un coste fijo que es el del mantenimiento de la infraestructura de transporte. Entonces si los costes de prestación del servicio son fijos, es razonable exigir que la factura a cliente final sea variable.