ODF, la Web 2.0 y porqué Google te regala las estadísticas

Bernard Golden escribe en CIO Today sobre ODF y la Web 2.0 comentando que los clientes son cada vez más reacios a quedarse cautivos a nivel de producto ahora se trata de tenerles pillados por los datos.
Cuando te da clases un buen profesor de negociación lo primero que te enseña es que la mejor negociación (para ti) es aquella en la cual los acuerdos se alcanzan «a la siciliana» (haz lo que yo digo o de lo contrario…)
Antes este simulacro de negociación cliente/proveedor se llevaba a cabo mediante las licencias EULA: un tipo draconiano de contrato de derecho de uso en el cual el fabricante se reserva prácticamente todos los derechos sin asumir ninguna responsabilidad.
Como las licencias libres han erosionado de forma irreversible el mercado del software propietario, de lo que se trata ahora es de mantener el dominio sobre el cliente controlando sus datos.
Esto se consigue de dos maneras: 1ª) haciendo todo lo posible por tomar el control sobre las bases de datos y 2ª) imponiendo el formato de los archivos de intercambio.
En estos últimos meses hay una efervescencia de compra/venta de empresas alrededor de la Web 2.0 y las redes sociales, incluso se habla de un resurgir de La Burbuja. ¿Qué tienen de especial las redes sociales? Pues que en el fondo son gigantescos repositorios de información socio-demográfica. Aunque aún nadie sabe muy bien cómo explotarlas está claro que ahí hay negocio. Tampoco se sabía muy bien cómo explotar Google hasta que apareció AdWords. Antaño la información personal de cada cliente no era en exceso útil porque las campañas de publicidad tenían que hacerse en grandes medios, es decir, lo único que interesaba era saber dónde estaba el mogollón de gente, la moda, porque aunque se conocieran los gustos de las minorías no había de todas formas manera alguna de llegar eficazmente hasta ellas.
El caso de Google Analytics es similar, al regalarte las estadísticas Google obtiene, de rebote toda la información relevante sobre tu sitio web. Si via tu dirección de GMail cruza eso con los anuncios que pones en AdWords y con el texto de los correos que envías y recibes y con la información sobre las webs que navegas, entonces ya lo saben prácticamente todo sobre ti. Y esa información vale mucho, mucho dinero.
En el caso de Microsoft con Office Open XML, en vez de intentar imponer un producto, lo que intentan es imponer un estándar que sólo ellos entienden y controlan para, de rebote, que los clientes acaben teniendo Microsoft Office como única alternativa viable para utilizar dicho formato.
La siguiente batalla que debemos librar no es por las licencias (esa ya la hemos ganado) ni por los derechos de autor (esa vamos camino de ganarla) sino por la regulación de la propiedad de las bases de datos obtenidas subrepticiamente de los clientes. El problema con este frente es que aún no nos hemos dado prácticamente cuenta de que es un frente, y que mientras estamos despistados nos andan creciendo los enanos.

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