¿Se está muriendo el negocio del software propietario?

Via IT Manager’s Journal puede leerse un artículo de Andy Singleton comentando el declive del negocio de licencias de software propietario.
El autor ejemplifica con Siebel el tipo de software caro y complicado que tiene a los clientes astiados de pagar y pagar por programas que no alcanzan las expectativas que generan de calidad y funcionalidad.
La raiz del problema, en mi opinión, estriba en que muchos fabricantes creen que venden producto pero en realidad venden servicios sin saberlo.
La empresa arranca con un cliente estrella, por ejemplo Schwab en el caso de Siebel hallá por el año 1995.
Luego van llegando más y más clientes importantes, y cada uno de ellos exige que al producto base se le añada alguna funcionalidad crítica para su negocio pero de escaso o nulo interés para la mayoría de los otros clientes.
Para solucionar el incremento de complejidad el programa se hace «parametrizable» (todos los ERPs tienen miles de parámetros).
Conforme la complejidad sigue aumentando la parametrización alcanza niveles tales como poder retocar cualquier cosa de cualquier pantalla del producto redefinir los flujos de trabajo o hasta cambiar el modelo de datos por completo.
El resultado neto es un programa parametrizado que no se parece en nada al producto original que venía en la caja.
Para colmo de males a menudo se considera que no es imprescindible que los implantadores sean recursos de igual calidad que los programadores; a fin de cuentas sólo tienen que «parametrizar».
No importa el esfuerzo de abstracción que haya hecho el equipo de I+D porque la complejidad intrínseca de un problema sigue existiendo aunque se oculte bajo varias capas objetos.
Un ejemplo de esta situación ocurrió en España con las versiones antiguas de Meta4. Cuando salió la versión 3.0 en el 99 era tan compleja que a los clientes casi les costaba lo mismo actualizarse desde la 2.5 que tirar el proyecto entero y empezar de nuevo. En consecuencia, la empresa hizo desde entonces un esfuerzo de simplificación dando como resultado un producto técnicamente más elegante.
Siebel está en el ojo del huracán porque los nichos horizontales son las más vulnerables al envite del Software Libre. Se puede liberar una tecnología, pero no se puede liberar el conocimiento tácito de las personas, porque la propiedad intelectual de la tecnología pertenece a una entidad jurídica pero el conocimiento se halla distribuido entre los individuos cada uno con su porción particular de oro gris en la cabeza (es interesante leer a Ridderstråle sobre este tema).
Dudo que veamos a corto plazo alternativas libres en sectores verticales como la nómina de Meta4, la automoción de Kerridge o el e-Travel Planitgo, ni siquiera en contabilidad. Porque todos estas soluciones requieren de una fuerte componente de conocimiento sectorial que no se puede liberar en forma de licencia GPL.
Discrepo de A. Singleton en su teoría de que SugarCRM o aplicaciones similares suponen un peligro estratégico para fabricantes como Siebel o Salesforce. Esto es porque la plataforma LAMP carece de soporte en entornos corporativo. PHP es terriblemente popular en PYMEs, pero en grandes cuentas nadie lo apoya: ni Sun o IBM, interesados en Java; ni Microsoft o Novell interesados en C#. Y, si algo se puede dar por cierto, es que las grandes cuentas no pueden adoptar ningún tipo de software que carezca de garantía por parte de algún fabricante líder.
Otro factor social, es que las organizaciones necesitan de relacionarse con otras organizaciones isomórficas para determinadas tareas. Aunque existe una miriada de pequeño proveedores que viven alrededor de los mastodontes de energía, construcción y telecomunicaciones; cuando llega la hora de alcanzar ciertos acuerdos estratégicos la política exige que se firmen con socios cuya estructura y funcionamiento sea similar.
Por ello, es beneficioso que el software que desarrollan fundaciones o grupos reducidos de individuos esté patrocinado por gigantes como IBM, Sun o Novell.
Por último, muchos programas LAMP no están diseñados de forma que puedan escalar e interoperar fácilmente con el ecosistema de aplicaciones de una empresa.
Estos argumentos no significan para nada que las puertas del Software Libre estén cerradas en las grandes empresas, antes al contrario, son los clientes de mayor tamaño quienes más ventajas pueden obtener del software libre.
Un buen ejemplo de ello es BSD. Uno puede ir a cualquier tienda y obtener un CRM de gama baja por un puñado de dólares. Los precios de este tipo de software propietario son tan bajos que resultan asequibles hasta a las MicroPYMEs. Pero si eres el consorcio de la Estación Espacial Internacional, entonces deberas necesitas un proyecto libre como NetBSD que puedas modificar para controlar los dispositivos dedicados.
Un ejemplo cercano de esto lo tenemos en el Proyecto Morfeo de Telefónica I+D. Hace unos meses hablaba con Juan josé Hierro y me comentaba que habían decidido liberar su ORG CORBA entre otras cosas porque ningún producto en el mercado satisfacía los elevados requisitos de TID.
Existen actualmente tecnologías libres que pueden reemplazar prácticamente a cualquier tecnología propietaria. Sólo es una situación análoga a las energía renovables frente al crudo, un día de la noche a la mañana nos levantaremos y el motor de explosión habrá desaparecido con la misma naturalidad que desaparecieron las carrozas de caballos o los discos de vinilo.

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